Universidad de California en San Francisco, Edificio de Ray e Dagmar Dolby de Medicina Regenerativa

Viñoly definió un emplazamiento alargado y estrecho ubicado en una sección en pendiente del comprimido campus. Un edificio horizontal de cuatro plantas separadas en niveles que se escalonan descendiendo medio nivel, permite que la planta principal funcione como un laboratorio continuo.

En 2005, la Universidad de California en San Francisco (UCSF) emitió una solicitud de propuestas para la construcción de un centro de investigación de células madre y biología del desarrollo que habría de situar a la institución al frente del prometedor, aunque polémico, campo de la investigación sobre células madre embrionarias humanas. La universidad escogió un emplazamiento estrecho y muy empinado de su Campus Parnassus para el edificio de medicina regenerativa, que debía incluir laboratorios húmedos, espacios auxiliares para los laboratorios y oficinas.

Dado que el emplazamiento del edificio era un terreno muy inclinado al pie del monte Sutro, el cliente esperaba una estructura organizada verticalmente. Esto podría haber llevado a la creación de una serie de plantas pequeñas y superpuestas, que quizás no se habrían ajustado a las necesidades de investigación del instituto. Basándose en experiencias previas del estudio, que confirmaban el diseño horizontal como el más adecuado para la organización interna de los laboratorios y para la colaboración entre investigadores, Viñoly halló la manera de planificar un edificio horizontal a pesar de los desafíos que planteaba el emplazamiento. Cuatro plantas separadas en niveles se escalonan descendiendo por la ladera en tramos de medio nivel y permiten que la planta principal funcione como un laboratorio continuo. Cada descenso de medio nivel se encuentra coronado por un conjunto de oficinas y una cubierta verde. Aprovechando el clima templado de la región, se proporciona una circulación continua entre todos los niveles por medio de rampas y escaleras exteriores. Las instalaciones están conectadas con tres edificios cercanos dedicados a la investigación y la medicina –ciencias médicas, ciencias de la salud oeste y ciencias de la salud este– a través de puentes peatonales. La estructura del edificio se apoya en estructuras metálicas sobre pilares de hormigón, lo cual minimiza la excavación en el emplazamiento y permite la incorporación de aislamiento sísmico de base para absorber las fuerzas sísmicas.

Dentro del edificio, las transiciones entre niveles están diseñadas para ser focos de actividad. Las salas de descanso y las escaleras ubicadas en estos puntos de transición aumentan las posibilidades de interacción casual, y el acristalamiento interior maximiza la conectividad visual entre los laboratorios inferiores y las oficinas superiores. Para promover aún más la colaboración, los laboratorios ocupan un plano de planta abierto y horizontal, con un sistema de módulos de trabajo flexibles y diseñados a medida, lo cual permite la rápida reconfiguración del programa de investigación. La abundancia de ventanales orientados hacia el sur inunda de luz natural los laboratorios abiertos y las oficinas, además de proporcionar vistas hacia la ladera boscosa del monte Sutro.

De acuerdo con las políticas de la universidad, el edificio cumple los criterios de rendimiento ambiental Labs21 y recibió una certificación LEED oro. El edificio de medicina regenerativa cumple estas medidas de sostenibilidad notablemente gracias a sus cubiertas verdes, que minimizan el efecto «isla de calor», controlan el drenaje de aguas fluviales, aíslan el edificio y proporcionan un espacio al aire libre para sus ocupantes.