Foro Internacional de Tokio

Plenamente accesible al público, pero a su vez a resguardo del ritmo frenético de su entorno urbano, el prominente centro de las artes de la ciudad alberga una variedad de encuentros internacionales y eventos culturales en un complejo con una de las estructuras más audaces jamás construidas en Japón.

El Foro Internacional de Tokio es un complejo único ubicado en un emplazamiento de 27.100 metros cuadrados, donde se presentan actuaciones de danza, música y teatro y se celebran convenciones, ferias comerciales, reuniones de negocios y recepciones. Comisionado por el gobierno metropolitano de Tokio, el Foro es un espacio privilegiado para celebrar eventos internacionales e intercambios culturales. Al norte y al sur del emplazamiento circulan cuatro líneas de metro y están dos de las estaciones de tren con más tráfico de la ciudad, la estación Tokio y la estación Yurakucho, lo que genera un tránsito de peatones significativo en la zona.

El objetivo del diseño fue crear un recinto plenamente accesible al público, pero resguardado del impacto de su entorno. Un muro perimetral de granito encierra una plaza urbana ajardinada que se extiende por debajo de cuatro importantes espacios dedicados a las artes escénicas. Estos espacios se encuentran suspendidos en el aire, alineados por volumen en forma decreciente a lo largo del borde occidental del emplazamiento. Los vestíbulos de los teatros ofrecen vistas ininterrumpidas de la plaza que se encuentra debajo y que sirve como espacio público multiuso. A lo largo del borde oriental del emplazamiento, la plaza se adentra visualmente en la Sala de Cristal, un gran recinto acristalado con una impresionante estructura de 228 metros de largo suspendido sobre él. Por la noche, la luz que se refleja en la superficie del entramado del techo transforma la estructura en una fuente de luz flotante monolítica que ilumina la Sala de Cristal y traza su perfil en el paisaje de la ciudad de Tokio.

Debajo de la plaza, una explanada pública, conectada a las redes ferroviarias locales y regionales, envuelve una sala de exposiciones central y constituye la planta principal de la Sala de Cristal. Todas las salas de conferencia conectan con los teatros por medio de puentes y rampas peatonales, aportando al complejo una flexibilidad total para albergar una amplia variedad de eventos.

La Sala de Cristal, una de las estructuras más audaces e imaginativas que jamás se hayan construido en Japón, se compone de dos arcos de cristal y acero que se cruzan y encierran un amplio vestíbulo central, además de unir los elementos del complejo. La impresionante estructura alberga siete pisos sobre el nivel del suelo y tres pisos subterráneos. El muro cortina del atrio de 60 metros de altura, un delgado velo de vidrio laminado termoendurecido que cuelga del techo, fue diseñado para ser lo más transparente posible y permitir una conexión visual desde los teatros y la plaza hacia el muro curvo de granito que alberga el centro de conferencias.

El baldaquino Yurakucho de 10,5 por 5 metros, la estructura de vidrio independiente más grande del mundo, contiene una escalera que baja a la estación de metro Yurakucho y forma una entrada emblemática del complejo. Una característica innovadora del diseño fue la construcción de una conexión estandarizada de bisel y levas que soporta la transferencia de las fuerzas cortantes y las fuerzas entre placas a través de la estructura de cristal y el entramado de las vigas del techo. El enfoque del proyecto requería la aplicación de principios estructurales básicos al diseño de una serie de vigas de soporte de cristal en voladizo ensambladas que forman vigas compuestas, transfiriendo así el momento y las fuerzas cortantes del voladizo a una barra de torsión de acero de apoyo.